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3.02 Del Tractatus logico-philosophicus

3.02 Un pensamiento contiene la posibilidad de la situación que él piensa. Lo que es pensable es también posible. El hecho de que la forma del pensamiento es tomada como forma del mundo y el mundo sólo expresable mediante dicha forma, trae de la mano, justamente, lo contrario a ello. Desde luego lo pensable está en una proposición con sentido ; nadie puede pensar fuera de un sentido, es imposible. Por lo tanto la posibilidad del mundo se restringe a todo lo pensable en proposiciones con sentido. Evidentemente Wittgenstein no propone tal presunción, ya que lo que quiere decir no es que sólo lo pensable es posible, sino que es posible que exista algún caso en particular que coincida con la configuración de algún pensamiento lógico, con lo que queda la incomodidad de no saber cuántos hechos se nos escapan. Pero qué tal si cambiamos un poco el inciso y decimos: "También lo pensable es posible". Porque salvo que seamos capaces de ser aquello mismo que buscamos pensar, nadi
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El mundo Cámbrico ( Idea para una fabulosa recreación poética ) Hay pocas cosas en la vida que producen ese asombro cósmico propio de lo lógicamente extraordinario . Aunque si ya habéis leido alguna otra de mis entradas por ahí, os daréis cuenta que no me refiero con "lógicamente" a algo propiamente factual . Se trata mas bien, de algo que a pesar de su naturaleza descomunal, sige obedeciendo a esas leyes lógicas que no podemos describir. La intuición de dicha condición, de un orden formal dentro del espectaculo sobrenatural que se nos presenta, sólo consigue hacernos ver lo miserable de nuestras representaciones abstractas más consumadas. Y, sobre todo, lo maravilloso que es el mundo. En mi caso, algunas veces me ha apresado esa perplejidad que llega después de ver algo verdaderamente magnífico: Nietzsche, Macbeth, La Teoría de la relatividad, La Teoría neutra de la evolución molecular, la Mecánica Cuántica, el Tractaus Logico-Philosoficus. Para mí, suele tratarse de

3.03 y 3.031 del Tractaus logico-philosophicus

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Llevo unos cuantos días (aun a pesar de tener que dedicar tiempo a mis hijos y mi casa), leyendo por segunda vez el Tractatus Logico - Philosophicus de Ludwig Wittgenstein (foto). La verdad, en una primera intentona, concluí el libro leyendo prácticamente sin entender casi muy poco. Con una nueva edición en mano, llena, generosamente llena de notas aclaratorias (mi agradecimiento al profesor M. Valdés Villanueva, encargado de la traducción, introducción y notas de la dicha edición), estoy viviendo una de las más agradables experiencias en cuanto a lectura. No creo en nada absolutamente que se diga con palabras ; mejor dicho, creo en lo dicho , pero no en el susodicho … Ya antes de conocer a Wittgenstein o a Nietzsche tenía esta convicción. Para mí, el lenguaje es como una tonada que suena y se va. ¿Cómo puede algo como eso, representar lo externo? La naturaleza de lo externo , entra en conflicto con la naturaleza sonora y efímera del lenguaje. ¿Cómo puede la naturaleza del leng

La verdad de un Filósofo y nuestra idiotez. (O levísima meditación taciturna entendiendo a Wittgenstein)

Para que un filósofo fuera verdadero, hacía falta creer en él. Más esto, lo hacía falso. En nuestros tiempos, no sólo hace falta creer en él, sino, además hace falta, que tú mismo te mientas. Mas esto, te hace idiota... ¿Qué queda? Unos cuantos preciosos libros de "poesía" que leer... pero ninguna verdad . Y esta magnífica certeza, queridos hermanos, es lo mejor de todo...

Respuesta preliminar a: "¿A qué se debe la "esponaeidad" del acto creativo?" de la "Vieja nota inconclusa":

Se debe a que todo, absolutamente todo, es espontaneo. Las palabras, el color, la arcilla, el mármol, los sonidos, se configuran, según cierta configuración que adopta la fuerza fisiológica (que no es otra cosa que cierta forma de energía del cuerpo, en un instante en que sus funciones están en "fase") del organismo. Es decir, la imagen, la creación producida, es un reflejo transubstanciado del acto de existencia del organismo en un momento dado. Y es espontaneo por el mero hecho de que los estados del cuerpo, cualesquiera que sean, son espontáneos además. La "razón", no es otra cosa que parte misma de dicha transustanciación, y no alguna otra fuerza que genera creatividad en un sentido primario. O esto es muy viejo o es simplemente una locura. Lo más correcto es que debemos acostumbrarnos al hecho de la creación espontánea, sin tener que hacernos demasiadas preguntas sobre su naturaleza. Sino se nos pondrá feo, algo que tenía un rostro agradable...